J o Punto y aparte

No fue premeditado. O quizás un poquito sí. Puede que la idea fuera tomando forma en su cabeza al mismo ritmo que avanzaba la última ilustración del que, ahora lo sabía, iba a ser su último encargo: la isla desierta en la que acabaría retirado el pirata protagonista de aquel cuento infantil. El día anterior, mientras dibujaba un par de cocoteros, se sorprendió envidiando al pirata que iba a abandonar su arriesgada vida laboral para disfrutar de aquel paisaje paradisíaco. Inexistente, sí, pero paradisíaco a fin de cuentas. Esa misma mañana, mientras desayunaba con su esposa, había llegado a la conclusión de que nada le impedía retirarse también. Al fin y al cabo, estaba pintando una isla a su medida. Así que a media tarde, en cuanto acabó de colorear los cocoteros, dejó los pinceles a un lado y se zambulló en el mar ilustrado sin pensárselo dos veces.

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J _ _ _ _ _ _ _ _ (verbo pronominal)

¿En qué palabra se inspira este cuento? Dejad vuestros comentarios hasta el jueves.

¡META VOLANTE!
Esta semana tenéis un reto más. Este microrrelato está hermanado con un microrrelato anterior: son dos puntos de vista de la misma historia. El primer comentarista que deje título y link del microrrelato hermanado, se llevará 2 puntos extra.

U o El prisionero exigente

Sus gritos pueden oírse desde la isla. A bordo de la nave, el prisionero se desgañita exigiendo que le liberen. Las cuerdas que le mantienen atado al mástil le obligan a permanecer de pie; aun así, no para quieto ni un segundo. Mueve el torso y los brazos con insistencia, tratando de aflojar las sogas. No hay manera: sus captores han trabajado a conciencia, y la trampa de cuerdas continúa firme. El prisionero grita, grita, grita, desesperado. Suplica a los remeros que le lleven a la isla. Les insulta. Les promete recompensas. Pero nada surte efecto. Los marineros han protegido sus oídos con tapones de cera, así que no les es difícil ignorar los gritos. Sólo les preocupa remar a buen ritmo para alejarse cuanto antes de esa isla endemoniada.

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Este personaje aparece en varias obras del siglo VIII a.C. (o eso se cree) de autor griego.

U _ _ _ _ _

E o El número 34

No pasaba un solo día sin trazar una raya en la pared. Sabía que era la única manera de conservar la noción del tiempo en un lugar como aquel, en el que cada jornada era idéntica a la anterior. Desde que le encerraron allí, el frío y la humedad se habían convertido en sus únicos compañeros. El número 34 no alcanzaba a ver a través del tragaluz que apenas iluminaba el calabozo, pero intuía el mar más allá del muro. No sabía nada del exterior; ni siquiera sabía por qué seguía aún encerrado. Por muchas preguntas que hiciera al carcelero que le llevaba comida a diario, nunca obtenía respuestas. Pese a todo, pese a la fila interminable de rayas con la que había decorado el muro, el número 34 no perdía la esperanza. Su ilusión se había renovado desde que empezó a escuchar aquel sonido desconocido al otro lado de la pared. Un sonido sordo, lento, lleno de promesas irracionales.

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Este personaje protagoniza una novela del siglo XIX de autor francés. El nombre a descubrir está escrito en el idioma original.

E _ _ _ _ _    _ _ _ _ _ _

Z o A la deriva

El hombre solitario no dudó al elegirla. Quizás la vio más resistente que al resto; o quizás sus compañeras, sutilmente, desviaron la mirada cuando el hombre pasó revista al grupo. Ella podría haberse negado a partir, pero no lo hizo. Le conmovieron las ansias de esperanza del hombre solitario al explicarle el plan, su sonrisa ilusionada al preparar el mensaje que ella debía transmitir. Aceptó la misión y se adentró en el mar. Armada de optimismo y paciencia, se dejó llevar por la corriente. Disfrutó del sol, la brisa y el mecer de las olas. No imaginaba entonces que aquella misión se volvería tan dura. Tras semanas a la deriva, al límite de sus fuerzas, se preguntaba ahora si realmente la encontrarían algún día. Si podrían leer el mensaje que guardaba en su interior. Si entenderían que aquel dibujo que el agua había convertido en borrón indicaba en qué isla aguardaba, ansioso, el hombre solitario.

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Z _ _ _ _ _ _ _ (verbo intransitivo)

Y la última palabra de esta ronda es…

W o Día de playa

Apura sin prisas las últimas gotas de su cóctel sin alcohol. Deja la copa vacía sobre la arena. Se recuesta en la hamaca, perezosa. Estira el cuerpo para que el sol le acaricie la piel. Observa a los bañistas adentrándose en el agua. Se divierte viendo los juegos de los niños en la orilla. Mira al horizonte. Divisa varios jinetes cabalgando las olas en sus tablas con vela. Elige un jinete al azar. Sigue con la mirada su recorrido mar adentro. Estudia sus movimientos hipnóticos. Se adormece. Pierde la noción del tiempo. Despierta desorientada. Vuelve a mirar al horizonte. Distingue, muy lejos, una vela diminuta.

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W _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ (sustantivo)

¿Sabes cuál es la palabra?