O o Disparidad de criterios

Nadie se esforzaba más que aquellos personajes en aparentar lo que no eran. Ante el narrador, dondequiera que estuviera, se mostraban dóciles y serviciales. «Partid”, decía él, y ellos viajaban tan lejos como hiciese falta. “Luchad”, pedía él, y ellos se entregaban a la batalla en cuerpo y alma. “Morid”, ordenaba, y ellos morían sin rechistar; aunque no estuvieran de acuerdo. Fue precisamente esa disparidad de criterios lo que les decidió a planear su rebelión. Celebraban sus reuniones secretas cada vez que el narrador se entretenía con alguna subtrama de la historia. Poco a poco, fueron urdiendo un plan infalible para acabar con aquella tiranía literaria. En su escondite, se vanagloriaban de no haber dejado un solo cabo suelto. Pero ninguna conspiración permanece oculta durante mucho tiempo ante alguien que lo sabe todo, lo ve todo, lo determina todo. Y la venganza de un narrador ofendido, sobre todo si se aproxima el final de una novela épica, puede ser antológica.

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O _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ (adjetivo)

¿Qué palabra esconde este microrrelato? Tenéis hasta el jueves a las 22:00 para hacer vuestras apuestas.

O o Acto de rebeldía

El escriba ha decidido revelarse. Tanto le da si la savia científica herró en el cálculo de sus vienes o si una hola gigante acabó con la extirpe malla. Ya no le importa si el pastor está cayado porque le gusta oír el valido de sus mascotas bobinas o si prefiere gravar a las bacas mientras pastan hierva junto a la baya que cerca una basta pradera. De echo, ni siquiera le preocupa que el jefe reúse su transcripción y decida enviarlo a la orca. Al fin y al cavo, nadie hecha un ojo nunca a sus obras de harte escritas.

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O _ _ _ _ _ _ _ _ _ (sustantivo femenino)

S o A punto de

Una luz roja se encendió en el supremo panel de control. El Becario observó la inmensa maqueta divina que reproducía la bola del mundo en busca de la nueva emergencia, la tercera en diez minutos. Primero, un dominguero a punto de provocar un incendio por su poca maña con la barbacoa. Después, un autocar de jubilados a punto de averiarse en el tramo más desolado de una carretera local. Ahora, dos guiris a punto de mutar de gambas frescas a pescaíto frito al quedarse dormidos bajo el sol. No estaba mal para su primer día de trabajo; y se suponía que en verano nunca pasaba nada. El Becario debía actuar cuanto antes para evitar alguna de aquellas tragedias, pero no conocía el orden de prioridades. Y el Divino Jefe, de vacaciones donde Cristo perdió el gorro. Si al menos le hubiera dejado el todopoderoso manual de instrucciones… Resignado, cerró los ojos y movió el dedo en círculos etéreos. Elegiría una emergencia a ciegas y salvaría a quien le tocase. Que fuese lo que Dios quisiera.

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_ _ _ _ _ S (sustantivo femenino)

La palabra entre líneas es…

R o Entrega a domicilio

Aquel día llegamos todos temprano a la oficina. Queríamos estar presentes cuando el mensajero apareciera con el paquete. Llevábamos meses esperando el pedido y nos podía la impaciencia; especialmente a Ramírez, de Recursos Humanos. Fue él quien, en un arrebato desesperado, había decidido entrar en la tienda online y encargarlo. Escogió un modelo con prestaciones avanzadas y garantía de calidad. Los demás departamentos aplaudieron la iniciativa, y desde entonces no se había hablado de otra cosa en las pausas para café. Cuando llegó el paquete, Ramírez hizo los honores de abrirlo. Todos quedamos fascinados al verlo: educado, sonriente, perfectamente trajeado. Su manual de instrucciones lo describía como un líder proactivo, respetuoso con sus subordinados y a prueba de corrupción. Nos miramos, emocionados. Aquello era lo que necesitábamos, y no el trasto inútil que teníamos por jefe. Lo sacamos de la caja con delicadeza y le condujimos al despacho principal. López, de Administración, tuvo la previsión de no tirar la caja: con ella podríamos empaquetar al jefe obsoleto en cuanto llegara para dejarlo olvidado junto a un container.

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R _ _ _ _ _ _ _ _ _ (verbo transitivo)

¿Qué palabra se oculta tras el cuento?