E o Un castillo perfecto

Antiquísimo, solitario y tenebroso. Aquel castillo debía de esconder innumerables secretos y más de un fenómeno sobrenatural. El fantasma sonrió: era perfecto. Así que cargó con su bola y atravesó la puerta del que estaba a punto de convertirse en su nuevo hogar. No tardó en descubrirlos. Primero oyó sus gritos, sus risas estridentes y sus pasos descontrolados. Después los vio: seis niños avanzaban en tropel por el pasillo, jugando a perseguirse. El fantasma quedó paralizado. Una sensación fría le recorrió la sábana. En cuanto pudo reaccionar, abandonó el castillo como alma que lleva el diablo.

*

E _ _ _ _ _ _ _ _ _ (sustantivo masculino)

Descubre la palabra en la que se inspira el cuento.