Recorren la cuerda floja cada noche sin miedo a caerse. Suelen vestir de negro: reservan el blanco para ocasiones especiales. Algunas llevan sombrero; otras prefieren salir a escena con una elegante sombrilla que les ayuda a mantener el equilibrio. Cuando el director se lo ordena, las siete acróbatas se balancean ágilmente y saltan a otra de las cuerdas: tienen cinco para elegir. A ratos avanzan con energía; después cambian el ritmo y danzan tan delicadamente que parecen flotar. De vez en cuando, dos de ellas se toman de la mano para ejecutar una figura conjunta. Cuando el espectáculo acaba, las siete acróbatas desaparecen. Las cinco cuerdas equidistantes quedan vacías, pero conservan el eco de sus pasos melodiosos.
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P _ _ _ _ _ _ _ _ _ (sustantivo masculino)
La palabra que inspira el cuento es…