Le diría que no había podido acabar los deberes. Que su madre le había obligado a hacer la colada, planchar la ropa o cualquier otra tarea doméstica. O, mejor aún, que sintió un repentino dolor de barriga y tuvieron que salir corriendo a urgencias. ¿Que un centenar de amigos famélicos se había presentado en casa de improviso y toda la familia se vio obligada a cocinar hasta las tantas para saciar su apetito? O quizás que le había retenido un atracador en el supermercado cuando acompañaba a su padre a la compra. ¿Que un león escapado del zoo se había colado en su habitación y no le dejaba acercarse a la mesa de estudio? ¿Que una bruja malvada había convertido en confeti su libreta de apuntes? ¿Que le secuestró una nave alienígena y no le liberó hasta pasada la medianoche? El niño resopló, vencido. Definitivamente, le costaría menos acabar los deberes que encontrar una excusa convincente.
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_ _ _ _ _ X _ _ (sustantivo masculino)