El historiador y la adivina vuelven a discutir. Él acusa a su esposa de no quererle como antes y se lamenta por los buenos tiempos perdidos. Ella echa en cara a su marido un cambio de actitud que hará que la relación vaya de mal en peor. Ninguno de los dos se fija en que, en este mismo instante, su hijo se encierra en la habitación, harto de sus gritos.
*
_ _ Y (adverbio)
¿Cuál es la palabra entre líneas? Dejad vuestros comentarios hasta el jueves.
¿Muy?
¿hoy?
Pues tienes razón :)
Y la palabra entre líneas es… hoy. ¡Enhorabuena, Amkiel! Palimp, aunque rectificaste, no te puedo dar por bueno ese “tienes razón” como respuesta…
Hay días en los que el tiempo se detiene, nos mira a los ojos y nos dice: «Mañana iré más rápido que nunca». Entonces comprendemos que hay cosas que nunca llevaremos a cabo, veremos escapar las oportunidades en un remolino tras el tiempo en fuga. Y estaremos quietos en medio del vendaval de horas que transcurren, habremos llegado a la mitad de nuestras vidas sin ser conscientes de haber vivido. Todo fue vano pues se trocó en pasado lejano, y el futuro resulta menos halagüeño en tanto que aún no existe. Mientras tanto el presente, ese instante inaprensible, se reirá a nuestras espaldas y no nos podremos girar para preguntarle el motivo. Y al final, si algún rastro queda tras nuestro será por haber arrastrado los pies.
Amkiel, ¡qué profundo, me ha encantado! Muchas gracias, ¡dos puntos más!
Que conste que lo he leído después de haber escrito el microrrelato de esta semana… Cualquier parecido hacia el final, ¡es pura coincidencia! :-)
Por supuesto, ya gasté mi oportunidad :)