He sabido, nada más verla, que la cita a ciegas iba a tener un final feliz. Lo he notado por el interés con el que la chica me repasaba de arriba abajo. Durante la cena, ella ha comido poco y hablado menos. He deducido que los nervios le habían robado las palabras y el apetito, así que, divertido, he tomado las riendas de la conversación. Ella ha fingido escucharme; asentía, pero no ha podido evitar que su mirada se desviara continuamente hacia mis labios o mis manos. Todo va sobre ruedas, he pensado. Y lo he confirmado al salir del restaurante, cuando ella me ha invitado a tomar algo en su casa. Por supuesto, he aceptado. La he seguido hasta su apartamento sintiéndome un triunfador. De cómo se han torcido después las cosas, poco puedo explicar. Pero acabar sobre un lecho de verduras en una bandeja de horno no es precisamente lo que entiendo por una noche picante. Por mucho que ella me haya guiñado un ojo, pícara, mientras me aderezaba con sal y pimienta.
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S _ _ _ _ _ _ (verbo transitivo)
¿Cuál es la palabra entre líneas? Podéis dejar comentarios hasta el jueves a las 22:00.
¿Saltear?
¿someter?
Yo voy a decir ‘sazonar’
Al límite del viernes, ahí va la respuesta: aunque cualquiera de las opciones podría encajar, la palabra entre líneas es… ¡sazonar! Punto para Palimp, ¡enhorabuena!
¡Gracias a los tres por participar (elnarratorio, me ha gustado leerte de nuevo después de tanto tiempo)! ¿Se anima alguien con un microcuento?