Aquel martes gélido se despertó con ganas de pintar un paisaje veraniego. Eligió uno de los lienzos más pequeños de su estudio: al fin y al cabo, no pensaba dedicar a aquel cuadro demasiado tiempo. Lo primero que visualizó fue un nítido cielo azul con un sol resplandeciente. Escogió los colores adecuados en su paleta y atacó el lienzo con pinceladas vigorosas. En seguida sintió el calor que desprendía el sol recién pintado; reconfortado por aquella sensación, continuó hasta llenar la tela de pinceladas. Entonces se alejó para contemplar el resultado, y comprendió que el lienzo se le había quedado pequeño. Así que, para completar su obra, siguió pintando la pared del estudio. Al terminar con la pared, pasó a la puerta. Cuando la puerta fue insuficiente, salió a la calle y la emprendió con la fachada del edificio. Después pintó la acera, el paso de peatones, la manzana de enfrente. Y siempre el mismo gesto insatisfecho: necesitaba más. La última vez que le vieron, llenaba de escenas veraniegas el interior de un avión, camino a quién sabe dónde.
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I _ _ _ _ _ _ _ (adjetivo femenino)
Encuentra la palabra entre líneas.
Buf… difícil ¿Invernal?
¡No es esa palabra, Palimp! Sigue intentándolo… :-)
¿Inquieta?
¿Infinita?
Palimp y Rebeca, uno de los dos ha acertado. La palabra correcta es… infinita. ¡Minipunto para ti, Rebeca! Ánimo, Palimp, a ver si la próxima vez te lo llevas tú. :-)
Snif, snif